"No es comedia,sino una fábula pequeña en que, a imitación de Italia,se canta y se representa".

« »

miércoles, 29 de junio de 2011

Cádiz



José Prieto Marugán, www.opusmusica.com

Cádiz. Episodio nacional cómico-lírico-dramático en dos actos, dividido en nueve cuadros, en verso. Libro de Javier de Burgos. Música de Federico Chueca y Joaquín Valverde Durán. Estreno: 20 de noviembre de 1886, en el Teatro Apolo, de Madrid. Acción en Cádiz y sus cercanías, en 1812, durante el asedio de las tropas francesas.

Personajes principales e intérpretes principales:

Carmen, enamorada de Fernando, tiple (Joaquina Pino).

Doña Angustias, aya de Carmen (Srta. Borja).

Curra, una maja, tiple (Adelaida Latorre).

Don Cleto, tutor de Carmen, barítono (Gabriel Castilla).

Fernando, capitán enamorado de Carmen, barítono (Sr. Campos).

Lorenzo, amigo de Fernando, barítono (Pablo Díaz).

El Marqués, tío de Lorenzo, actor (Ricardo Morales).

El Rubio, calesero (Sr. Cruz Lorenzo)


Argumento

En cierto modo, la obra es un conjunto de cuadros de carácter patriótico protagonizados por el pueblo gaditano, en el que se inscribe una historia de amor entre dos jóvenes y el intento de un viejo ridículo de enamorar a la muchacha.

Acto I. Mientras los gaditanos se preparan para defender la ciudad ante el inminente ataque de las tropas napoleónicas, algunos personajes, Lorenzo y el Rubio entre otros, discuten sobre las posibilidades que tiene la ciudad de sobrevivir al ataque francés.

Al tiempo, la joven y acaudalada Carmen tiene que soportar el asedio de Angustias y don Cleto, que pretenden disuadirla de su intención de casarse con Lorenzo, especialmente el tutor, que desea ser él quien despose a la muchacha.

Aparece el Marqués dando noticias sobre los preparativos de la ciudad: todo el pueblo colabora en preparar fortificaciones y barricadas. Don Cleto reacciona pretendiendo llevarse a Carmen a una casa de campo que posee en las afueras, de esta manera se librará de los avatares y peligros de la batalla.

Mientras Curra y el Rubio mantienen una simpática escena de amor, don Cleto abandona Cádiz en una calesa para organizar la huida de Carmen, quien se ve obligada a buscar refugio en casa del Marqués, tío de Lorenzo, que trata de disuadirla de que no se marche.

La llegada de soldados de refuerzo a la ciudad es providencial, con ellos viene Fernando; don Cleto, que no ha llegado muy lejos porque el Rubio, sospechando lo que tramaba, ha hecho volcar la calesa, es detenido y el pueblo celebra con alegría la aparición de los soldados.

Acto II. Los gaditanos celebran que las fuerzas de Napoleón no pueden ni siquiera acercarse a la ciudad. A los festejos asisten las tropas inglesas a las que los gaditanos agradecen su apoyo. Don Cleto continúa pensando en su plan de escapar, mientras Fernando y Lorenzo comentan sus respectivas intervenciones en la guerra.

La desaparición de Carmen y su tutor inquieta a todos los protagonistas que se lanzan en su busca, mientras el pueblo, en un vistoso cuadro, canta a la recién proclamada Constitución, conocida como “La Pepa”.

Lorenzo y Fernando encuentran a don Cleto y a Carmen, éste intenta convencerla de que acepte su ofrecimiento de escapar, porque según él, la suerte de la ciudad está decidida: será invadida por los franceses. Pero se equivoca; Fernando y Lorenzo detienen a don Cleto, mientras el pueblo celebra y festeja su victoria sobre los invasores.

Comentario

Cádiz es la evocación, animada y distendida, del patriótico ambiente del Cádiz de 1812, cuando el pueblo se defiende del asediado por los ejércitos de Napoleón y las Cortes redactan la primera Constitución Española. El gran cronista de la zarzuela decimonónica José Deleito y Piñuela, resumió muy acertadamente esta excelente obra: “sus personajes forman el abigarrado conjunto que hervía entonces en la capital gaditana, desde el gobernador hasta el contrabandista; aristócratas, frailes, majas, caleseros, diputados, petimetres, marinos, generales, oficiales británicos y españoles, voluntarios, damiselas a la caza de partido, mendigos, copleros, muchedumbre de todas clases y colores. Hay patriotas fervientes, cucos oportunistas, pescadores en todas las aguas, como en la realidad de la España aquella y de todos los pueblos en trance crítico, ante un enemigo en armas"

El estreno marcó uno de los hitos de la historia del teatro Apolo, el texto gustó mucho y la música, elegante, distinguida, solemne y de impacto directo, muchísimo más. El desfile con que finaliza el primer acto despertó el patriotismo más ancestral de los espectadores que puestos en pie aplaudieron, vitorearon, y se fundieron en un extraordinario ambiente de exaltación nacional.

La partitura es muy amplia, quince números, y destaca en ella una especia elegancia, una singular distinción, una majestuosidad grandiosa; poco se parece a la típica y chispeante música del compositor madrileño. No faltan ritmos de sevillanas, calesera, o marcha. Los expertos conocedores de zarzuela encontrarán la sorpresa de una cita clara y perfectamente reconocible de la conocida Jota de El sitio de Zaragoza, zarzuela de Cristóbal Oudrid, estrenada dos años antes en el Teatro Novedades.

Son varios los números musicales a destacar de Cádiz: las sevillanas y caleseras, dibujadas con pluma de orfebre; el simpático pasacalle de “El barrio de la Viña”, una elaborada y encantadora barcarola, en el primer acto. En el segundo, un tango flamenco al que siguen “panaderos y zapateado”, la deliciosa y chispera “polca de los ingleses”, la descriptiva “canción del ciego”, la sorprendente “danza de los negritos” y la imponente “Jota” con que finaliza el acto y la zarzuela.

Hemos dejado para el final la referencia a un número titulado “Marcha de la Constitución”, en el segundo acto, interpretado sólo por la orquesta, y el “Pasodoble” que cierra el primer, número al que suele denominarse ”marcha” y que es el más popular de esta obra. Aunque el error no tenga mayor importancia, hemos de dejar constancia de él para que esta “marcha”, es decir el pasodoble, no se confunda con la música dedicada a ensalzar la Constitución, “La Pepa”.

De todos modos el pasodoble, a cuyo ritmo desfilan los soldados voluntarios que luchan contra el invasor francés, se popularizó rápidamente y, algunos años después, acompañó a nuestros soldados en Cuba y Filipinas, en los trágicos días de 1898. Dos años antes, al reponerse en Apolo, el gobierno -atento, como casi siempre, a lo que le pueda deparar publicidad- concedió a los autores la Cruz al Mérito Militar, en 1896. La marcha (el pasodoble) llegó a escucharse en Londres, gracias a la Marquesa de Santurce, quien en una de las fiestas que organizaba y a la que acudía la monarquía y la nobleza, la hizo interpretar. Entre los oyentes, el Príncipe de Gales, que luego reinaría con el nombre de Eduardo VII, quien, al escucharla dio órdenes de que la banda de su regimiento la incorporara a su repertorio. Al poco tiempo esta música de Chueca sonaba en las paradas militares de Gran Bretaña.

Y una última curiosidad sobre este fragmento; En 1898 durante la guerra de España con Estados Unidos se intentó convertir la "marcha" (el pasosoble) en himno nacional. Para ello, El Imparcial convocó un concurso para buscar una letra que se acomodase a tan vibrante música; el semanario satírico Gedeón publicó una en la que se insultaba a los "yankees", pero el concurso quedó desierto. Es evidente que la historia se repite. Aunque no exactamente, porque en aquella ocasión Mariano de Cavia hizo llegar el importe del premio (mil pesetas) a Cuba, donde fueron entregadas a un soldado.

miércoles, 22 de junio de 2011

Federico Chueca





Federico Chueca y Robles nace en Madrid, el 5 de Mayo de 1846, en la castiza torre de los Lujanes. Chueca es el músico madrileño por excelencia. Sus padres hicieron todo lo posible para que joven Federico estudiara Medicina, pero su temprana vocación musical le llevó por el camino de la música. En el Diario de Madrid y sobre unos exámenes celebrados en el Conservatorio el 7 de Mayo de 1855 se pudo leer el siguiente comentario: “Entre estos (alumnos) ha llamado la atención un hermoso niño, llamado Federico Chueca, que contando poco más de nueve años de edad y seis meses de lecciones, ha progresado maravillosamente, siendo pasmosos el aplomo y soltura con que este artista diminuto ejecuta en el piano algunas piezas bastante difíciles aun para personas de más edad y estudio. Los maestros y el público no han podido menos de expresar su admiración, prorrumpiendo en unánimes aplausos". En el Conservatorio de Madrid, estudió piano con José Miró, solfeo con José Castillo y armonía con José Águeda

Tras terminar el Bachillerato, ingresa en la Facultad de medicina pero sin vocación. Allí y aprovechando las vacaciones crea una estudiantina que da conciertos gratuitos.

Se inició muy pronto en las agrupaciones musicales estudiantiles. Le gustaban los ambientes nocturnos madrileños, las rondas musicales, y en una de éstas, la Noche de San Daniel en 1865 fue detenido por escándalo público y conducido a Prevención. No desaprovechó las horas en que estuvo detenido, y compuso unos cuantos valses que tituló Lamentos de un preso, basados naturalmente en su propia experiencia. Cuando fue puesto en libertad, lo primero que hizo fue ir a ver a Barbieri, para enseñarle las composiciones que había hecho. Barbieri acogió con agrado los valses de Chueca, los arregla para orquesta y los incluye en los conciertos que dirige. Aunque sus comienzos fueron difíciles, no se desanima, y para ganarse la vida tuvo que actuar como pianista en algunos viejos cafés de Madrid, como era el Café “El Vapor”, de la Plaza del Progreso, donde en 1868, tocaba el piano, al mismo tiempo realizar trabajos en los coros de algunos teatros de la capital.

Llegó a ser director de la Orquesta del Teatro de Variedades en 1874 y del Teatro Apolo en 1885.
Pero su idea era componer zarzuela y por fin llega su primer estreno con Barbieri: ¡Hoy sale, Hoy...!. que se llega a estrenar con el apoyo de los maestros Barbieri y Bretón. A partir de ese escribe numerosas partituras, y en colaboración con Joaquín Valverde y el maestro Lleó, estrena numerosas obras. Ocasionalmente también colaborará con Bretón, pero con quien colaboraría principalmente fue con su inseparable amigo Joaquín Valverde quien suplirá las deficiencias técnicas de Chueca y para instrumentar sus composiciones.
Uno de sus mayores éxitos vino el 2 de julio de 1886 con el estreno de La Gran Vía. Los números de la zarzuela rápidamente saltaron a la calle y se conocieron por toda España. También fue representada esta obra en Portugal, Italia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos y la América Española. Incluso fue traducida al francés y cuando se estrenó en París en 1896, alcanzó más de 500 representaciones.
En 1889, ocurrió un suceso curioso, a Federico Chueca, “le robaron la cartera” en el tranvía, con una foto suya y con dinero. La prensa publicó el suceso y a los dos días recibió un abultado sobre, en el que iban su cartera y una carta a el dirigida, y que decía:

“ Al saber por los periódicos que la cartera sustraída hace unos días en el tranvía del Este, a las seis y media de la noche, pertenece al señor Chueca, el gremio acordó en Junta Genera, devolverle dicha cartera con los tres billetes de Banco, y cinco duros mas de gratificación por parte nuestra, como prueba de respeto y admiración, al guripa de más pupila y más salero de España. Como vera usted, no nos quedamos con nada de lo que contenía la cartera, mas que con el retrato, como recuerdo para esta Academia. Dios guarde a usted muchos años y le conceda salud para que se ocupe de nosotros en el escenario”.
Y firmaban el escrito: El Rata 1º, El Rata 2º, El Rata 3º, Vº.Bº: La Chata Vº.Bº: La Pelos

Casi todas las zarzuelas de Chueca tenían un acto, sin embargo Cádiz, estrenada poco después de La Gran Vía, tuvo dos y cuya Marcha que alcanzó gran popularidad, llegó durante algún tiempo a tener el honor de Himno Nacional. Después llegaron títulos como: La Canción de la Lola, Vivitos y Coleando, Luces y Sombras, Agua y Cuernos, Caramelo, Medidas Sanitarias, La Alegría de la Huerta, El Año pasado por Agua, El Chaleco Blanco, La Caza del Oso o El tendero de Comestibles, De Madrid a París (revista en la que se utilizaron algunos números para la obra posterior De Madrid a Barcelona, referente a la Exposición Universal en la Ciudad Condal), Las Zapatillas, Agua, Azucarillos y Aguardiente, El Bateo, El Mantón de Manila, El Estudiante, su última aportación en vida a la zarzuela y el sainete póstumo Las Mocitas del Barrio.

Chueca es el máximo representante del género chico; supo describir con gran fidelidad, en sus obras, escenas y ambientes propios del Madrid de aquellos días. Su música tiene un ritmo alegre y refleja el espíritu más entusiasta del casticismo madrileño. Fue un enamorado de su ciudad, se le veía con frecuencia en los ambientes más populares de la villa, siempre con un cuaderno de notas en el que escribía, porque la inspiración le llegaba cuando se enfrascaba en los saraos y barrios de aquel Madrid en que vivía, representa lo castizo y lo popular.

En 1908, el Circulo de Bellas Artes de Madrid, y con motivo de celebrarse el 2 de Mayo, el primer Centenario del inicio de la Guerra de la Independencia, convoco convocó un concurso himnos, resultando triunfador el compuesto por Chueca, titulado El Dos de Mayo, el himno se estrenó en la Plaza de la Armería, junto al Palacio Real, pero el compositor no pudo acudir al estreno al encontrarse ya enfermo.

Federico Chueca falleció en Madrid, el 20 de junio de 1908, a la edad de 62 años, pasando la comitiva fúnebre y como último homenaje, por delante del Teatro de la Zarzuela.

Un año después de su fallecimiento y a petición popular, el Ayuntamiento de Madrid, le organizó un multitudinario homenaje, en el que se inauguró un monumento en su honor, se descubrió una placa en la casa donde vivió y se construyó un mausoleo en el Cementerio de San Justo.

 

viernes, 17 de junio de 2011

"Siempre es el amor..." Doña Francisquita en el Gran Teatre del Liceu


Siempre es el amor / siempre es el amor travieso / y hace suspirar por eso. / El que quiere y no es querido / nunca se debe / dar por vencido.


"Siempre es el amor..." 1er acto (Mariola Cantarero y Josep Bros)
Doña Francisquita Zarzuela de Amadeo Vives.
Francisquita: Mariola Cantarero.
Aurora "La Beltrana": Milagros Martín.
Fernando: Josep Bros.
Cardona: Julio Morales.
Doña Francisca: Amelia Font.
Don Matías: Enrique Baquerizo.
Lorenzo Pérez: Arturo Pastor.
Irene "La Pinto": Isabel Cámara.
Juan Andrés: Juan Matute.
Orquesta Sinfónica y Coro del Gran Teatre del Liceu.
Dirección: Miquel Ortega.
Dirección de escena: Luis Olmos.
Escenografía: Jon Berrondo.
Vestuario: María Luisa Engel.
Barcelona, 28 de julio de 2010.

lunes, 13 de junio de 2011

Carlos Álvarez



Nació en Málaga, el 12 de agosto de 1966, dentro de una familia de clase media en la que no existía antecedente artístico alguno. A él, sin embargo, sí le gustaba la música de moda que por aquellos días propagaban las emisoras radiofónicas. Tomó parte como voz blanca en el coro de su colegio y luego, tras producirse el cambio de la voz, siguió en él, pero esta vez entre los bajos. A los dieciocho años empezó los estudios de Medicina. Y fue su novia quien le dijo que una voz de tan agradable sonoridad bien merecía la pena ser educada. Lo hizo por complacerla, sin el menor propósito de algún interés profesional. Sus primeros contactos con el público los tuvo interpretando breves papeles como el “Capitán Alberto” en MARINA, el “Marqués” en LA TRAVIATA y “Morales” en CARMEN, en las temporadas de ópera de Málaga y Bilbao. Al igual que les sucede a otros jóvenes acudió a varios concursos para darse a conocer. Y así llegó su afortunada interpretación de “Joaquín” en LA DEL MANOJO DE ROSAS en Madrid.

En 1992 interpretó al “Marqués de Caravaca” de JUGAR CON FUEGO en el Teatro de la Vaguada, de Madrid, dentro de la temporada de zarzuela del programa cultural “Madrid 92”. Ese mismo año intervino en la gala de Reyes junto a Plácido Domingo y comenzó sus actuaciones fuera de España. Desde entonces ha obtenido grandes éxitos en distintas capitales con L'ELISIR D'AMORE, COSI FAN TUTTE, PAGLIACCI, EL BARBERO DE SEVILLA, LA TRAVIATA y otras, en todas las cuales demostró sus grandes facultades de cantante y actor en perfecto equilibrio. Un destacado éxito supuso para él la grabación de la ópera de Penella EL GATO MONTÉS, con Plácido Domingo, Teresa Berganza y Juan Pons. Posteriormente cantó el papel protagonista en las representaciones escénicas de Tokio, Puerto Rico y Madrid.

Uno de sus más brillantes triunfos lo obtuvo en 1994 en el Teatro de La Zarzuela, de Madrid, interpretando de manera perfecta el papel principal de la ópera de Tchaikowsky EUGÈNE ONEGUIN, generalmente reservado a barítonos eslavos y rara vez a españoles. Esto le colocó entre los cantantes más importantes de su cuerda. Otros grandes éxitos han sido: DON CARLO, en el Festival de Salzburgo; DON GIOVANNI, en La Scala; RIGOLETTO, en el Covent Garden de Londres; etc.

Tiene concedidos, entre otros, los siguientes premios: I Mostra de Málaga para Jovénes Intérpretes (1990), Jacinto Guerrero (1991), Federico Romero (1995), Premio a la Labor Cultural de la Junta de Andalucía (2002), Premio Grammy (2001), Premio Nacional de Música 2003 otorgado por el Ministerio de Cultura e Hijo predilecto de la provincia de Málaga (2004).

Intérprete habitual en el panorama lírico español ha intervenido en todas las temporadas de ópera, desde Santiago y Coruña, a Bilbao y San Sebastián, pasando por Santander y Pamplona. Y desde el Teatro Real de Madrid al Liceo de Barcelona, pasando por Palma de Mallorca o Las Palmas de Gran Canaria.

Zarzuelas completas:

El Gato Montés. Ed.: Deutsche Grammophon (1992). Bohemios. Ed.: Auvidis-Valois (1994). Doña Francisquita. Ed.: SONY (1994).

Fragmentos y selecciones:

“Zarzuela Gala”: La rosa del azafrán, La del manojo de rosas, La del soto del parral, Los gavilanes, La Revoltosa, Maravilla, Molinos de viento, El caserío, Luisa Fernanda, La canción del Olvido. Ed.: Ensayo (2001).

“Andalucía”: Don Gil de Alcalá. Ed.: RTVE-Música (2003).

“Zarzuela”: Luisa Fernanda, El caserío, Los gavilanes, La parranda, La rosa del azafrán, La linda tapada, Marina, La tempestad, La del soto del parral. Ed.: RTVE-Música (2006).

“Grabaciones inéditas del Teatro de La Zarzuela”: La del manojo de rosas. Ed.: Fundación Autor (2006).

lunes, 6 de junio de 2011

VIVA MADRID EN BOGOTÁ Teatros del Canal. Mayo 2011





Desde España, por primera vez en Colombia, llega “Viva Madrid, una antología de la Zarzuela”, espectáculo de gran formato con los fragmentos más populares y tradicionales de la zarzuela española. Este recorrido musical con Madrid de fondo y más de 120 artistas en escena, cuenta con la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia y el Coro de la Ópera. La dirección musical del espectáculo está a cargo de Jaime Roa, y la dirección escénica de Jaime Martorell.

A través de fragmentos de famosas zarzuelas como La verbena de la Paloma, La chulapona, La Gran Vía, Las leandras, Luisa Fernanda, El último romántico, Don Manolito, La Calesera, El tambor de granaderos, El barberillo de Lavapiés, El tambor de granaderos, Los claveles, El año pasado por agua, María Manuela, La del manojo de rosas o Doña Mariquita de mi corazón y Doña Francisquita se hace un colorido e interesante viaje musical por la historia y las calles de Madrid.

A la cabeza del componente musical está el maestro Miguel Roa, quien dirigirá a la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia y al Coro de la Ópera de Colombia, así como del cuerpo de solistas: Adriana Mastrangelo (mezzosoprano), Cristina Faus ( mezzosoprano ), Martín Muehle ( Martín Muehle ), Federico Gallar ( barítono ), Juan Carlos Barona (barítono) y Vanessa Cera (soprano).

Vale la pena destacar que con este espectáculo se utiliza por primera vez el foso del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, donde estará la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia.

La dirección escénica del espectáculo está a cargo de Jaime Martorell, con la escenografía de Ricardo Sánchez Cuerda y el vestuario de Pedro Moreno y Alejandro Andújar. Diez bailarines y 22 figurantes completan el cuerpo actoral que le da vida a las acciones

“Viva Madrid, una antología de la Zarzuela” es una coproducción del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo con los Teatros del Canal de Madrid.

Programa – VIVA MADRID, UNA ANTOLOGIA DE LA ZARZUELA

I Parte
Madrid Castizo
Ø La verbena de la paloma (T. Bretón)
Ø La chulapona (F. Moreno Torroba)
Ø La gran vía (F. Chueca)

Madrid postromántico
Ø Luisa Fernanda (F. Moreno Torroba)
Ø El último romántico (R. Soutullo y J. Vert)
Ø Don Manolito (P. Sorozábal)
Ø La calesera (F. Alonso)

II PARTE
Madrid Goyesco

- El tambor de granaderos (R. Chapí)
- El barberillo de Lavapiés (F. A. Barbieri)

Madrid Castizo
- Los claveles (J. Serrano)
- El año pasado por agua (F. Chueca)

MADRID AÑOS 30
- María Manuela (F. Moreno Torroba)
- La del manojo de rosas (P. Sorozábal)
MADRID CASTIZO
- Doña Mariquita de mi corazón (F. Alonso)

MADRID ROMÁNTICO
- Doña Francisquita (A. Vives)
































www.estereofonica.com

jueves, 2 de junio de 2011

El Teatro Cervantes de Málaga recupera la zarzuela ´La Marsellesa´


LAOPINIONDEMALAGA.ES/ La suma de esfuerzos del Teatro Cervantes de Málaga, la Ópera Cómica de Madrid y el Coro de Ópera de Málaga ha logrado la recuperación de una muy notable pero injustamente arrinconada zarzuela, La Marsellesa, de Manuel Fernández Caballero. La XXII Temporada Lírica del coliseo municipal de la capital de la Costa del Sol se cierra este fin de semana (viernes 3 y domingo 5; 21.00 y 19.30 horas respectivamente) con un montaje que dirige en el atril Lorenzo Ramos, que fiel a su política en la dirección musical del ciclo cuenta con un elenco íntegramente formado por voces españolas. María Rodríguez en el papel de ´Flora´, Ruth Rosique como ´Magdalena Dietrich´, Alejandro Roy como ´Rouget de L´Isle´, Francisco J. Sánchez encarnando a ´San Martín´, Juan Manuel Corado en el rol de ´Renard´ y María Lourdes Benítez como ´La marquesa´ son los solistas de la zarzuela, en la que también tienen pequeños papeles Francisco García, Luis López, Santiago García y Jesús Gómez. Francisco Matilla es el director de escena del montaje, cuya trama está basada en un episodio de la Revolución Francesa narrado con escasa fidelidad histórica, pero con gran teatralidad y chispa.

Lorenzo Ramos abundó esta mañana en la importancia de esta "restitución" o "recuperación". "Es una coproducción nueva, el estreno en términos modernos de una obra que no ha sido tocada en el último siglo", dijo el maestro de un montaje cuya idea viene de cuando en 2006 la compañía Ópera Cómica de Madrid, que dirige Matilla, la hizo en versión concierto. Ya en 2008 hubo un proyecto, fallido finalmente, de llevarla a escena con la batuta de Ramos, quien retomó la idea cuando empezó a dirigir la Temporada Lírica del Cervantes. En la rueda de prensa de presentación de La Marsellesa el maestro también valoró "la excepcional música" de una zarzuela que es casi ópera en su partitura, "que recuerda tanto al belcantismo como a Verdi, y que se asoma al género chico en momentos puntuales del coro".

El director musical y el responsable escénico, acompañados por los solistas, la directora-gerente del escenario malagueño, Charo Ema, y Luis Tentor, representante del Coro de Ópera de Málaga, presentaron ayer en rueda de prensa La Marsellesa. En la relevancia artística de la obra de Manuel Fernández Caballero Ramos y la pertinencia de su reposición abundarán mañana jueves 2 de junio Ramos y Matilla en una charla con los aficionados. Los maestros desgranarán detalles y curiosidades musicales y escénicas en ´Una tarde de zarzuela´, charla-coloquio dirigida a los melómanos y aficionados a la lírica. En la cita, a las 20.00 horas en el salón Rossini del Cervantes y con entrada libre hasta completar aforo, los presentes conocerán que en el XIX sí fue una pieza habitual del repertorio, sabrán cómo Matilla ha recortado el libreto (en verso) para que en lugar de las más de cuatro horas la representación se quede en poco más de dos, y escucharán al director escénico explicar cómo combina en el escenario la acción real con las imágenes proyectadas en una pantalla gigante.

La Marsellesa, una pieza en tres actos de Manuel Fernández Caballero con libreto de Miguel Ramos Carrión, se estrenó con gran éxito en el Teatro de la Zarzuela en 1876. El éxito fue tan grande que el final del acto primero se repitió tres veces y se programó enseguida en otras plazas. De hecho, la triunfadora obra llegó al Teatro Cervantes de Málaga en la misma temporada 1876-77 de la mano de la compañía de Francisco Arderíus. Así, la reposición de la obra de Fernández Caballero constituye un acontecimiento de primer orden dentro del panorama lírico actual así como una excelente forma de rendir homenaje a un notable autor español a través de uno de sus títulos musicalmente más ambiciosos.

Es realmente curioso cómo el argumento de una de las grandes obras de nuestro teatro lírico está dedicada al nacimiento del himno nacional francés y a su autor Rouget de L´Isle, víctima como tantos otros patriotas de la persecución revolucionaria. La Marsellesa ofrece una partitura extensa (veintitrés fragmentos musicales) con la particularidad de su cercanía a la ópera. La música se adapta con precisión al dramatismo de la trama, tanto en las escenas íntimas, en las que siempre brilló la gran inspiración melódica de Caballero, como en los grandes concertantes y números corales, llenos de pujanza y dramatismo. La frecuente presencia del famoso himno es introducida por el autor con singular maestría, subrayando situaciones escénicas muy diferenciadas.

Por otra parte, el libreto de Ramos Carrión resulta realmente atractivo dado que la acción se desarrolla durante la revolución francesa. El libretista construye, alrededor de la figura de Rouget de L´Isle, una historia de amor, celos, traición, intriga y abnegación que conforma un sólido melodrama. La presencia de escenas cómicas, heredadas del teatro clásico y habituales en el género, se insertan en el ambiente eminentemente dramático que preside la obra con sorprendente verosimilitud.

La Orquesta Filarmónica de Málaga en el foso colabora en el montaje, en el que el Coro de Ópera de Málaga, dirigido por Francisco Heredia, participa tanto en las tablas como en la coproducción.


XXII Temporada Lírica 2010-11

La XXII Temporada Lírica del Teatro Cervantes comenzó en noviembre de 2010 con la ópera de Mozart Così fan tutte y prosiguió en marzo 2011 con un programa doble en coproducción entre Cervantes, el Teatro Arriaga, el Gran Teatro de Córdoba y el Villamarta de Jerez que puso en escena La voix humaine, de Poulenc, e Il segreto di Susanna, de Wolf-Ferrari. La zarzuela La Marsellesa cierra ahora el ciclo lírico del coliseo malagueño.