"No es comedia,sino una fábula pequeña en que, a imitación de Italia,se canta y se representa".

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domingo, 28 de agosto de 2011

Luisa Fernanda (Parte 2) Aria de Javier



Zarzuela "Luisa Fernanda", de F. Moreno Torroba.

Intérpretes: Plácido Domingo. Nancy Herrera. José Bros. Mariola Cantarero.

Dirección escénica: Emilio Sagi.

Coro y Orquesta del Teatro Real de Madrid (Coro y Orquesta Sinfónica de Madrid). Director: Jesús López Cobos.

Coreografía: Nuria Castejón.

Producción del Teatro Real, Madrid 2006.

lunes, 22 de agosto de 2011

El teatro Apolo


El teatro Apolo fue una sala teatral de Madrid (España), ya desaparecida, que estuvo situada en la calle de Alcalá, actual número 45, sobre el solar del antiguo convento de San Hermenegildo, el cual fue desamortizado en 1836 y derribado en 1870. Tenía un aforo de 2.500 personas. Su construcción fue financiada por el banquero Gargollo, y tuvo lugar entre 1871 y 1873, con proyecto de los arquitectos franceses P. Chanderlot y F. Festau.
El teatro fue inaugurado el 23 de marzo de 1873, con función de la compañía del actor Manuel Catalina. Su propósito era representar comedia española, pero atravesó momentos difíciles en sus comienzos, debida a su relativa lejanía del entonces centro de la ciudad y al excesivo precio de sus entradas (18 reales). A pesar de ello, el Apolo se convirtió en uno de los teatros más emblemáticos del Madrid de la Restauración, al reorientarse, unos diez años después de su inauguración, a la zarzuela. Gracias a ello, se convirtió en la «catedral del género chico». Allí se estrenaron las primeras zarzuelas musicales y algunas de las piezas más conocidas del género, como El lucero del alba (1879), La verbena de la Paloma (1894), La Revoltosa (1898), El trust de los tenorios (1910), o Doña Francisquita (1923).
Por allí pasaron los mejores actores del siglo XIX y principios del XX,las familias Mesejo,Videgaín,Ibañez,Sagi...
El Apolo fue considerado el auténtico baluarte del género chico, muy conocido porque se popularizó su cuarta sesión, «la cuarta de Apolo», que era en horario nocturno y estaba siempre poblada de personajes de dudosa calaña y auténticos sinvergüenzas y fulleros a la altura de los propios personajes que se representaba en las obras
Sin embargo, el Teatro cerró sus puertas el 30 de junio de 1929, al ser comprado por el Banco de Vizcaya, el cual derribó el edificio para construir su sede en Madrid. En la actualidad es la sede del Área de Gobierno de Hacienda y Administración Pública del Ayuntamiento de Madrid.

es.wikipedia.org

lunes, 15 de agosto de 2011

15 de agosto: La Verbena de la Paloma




La verbena de la Paloma o El boticario y las chulapas y celos mal reprimidos. Sainete lírico en un acto y tres cuadros. Libro de Ricardo de la Vega. Música de Tomás Bretón. Estreno: 17 de febrero de 1894, en el Teatro Apolo, de Madrid. Acción en Madrid, 14 de agosto, víspera de la Virgen de la Paloma, finales del siglo XIX.
Personajes:
Susana, modistilla y exnovia de Julián.
Casta, hermana de Susana.
Señá Rita, esposa del Tabernero y protectora de Julián.
Tía Antonia, tía de Casta y de Susana.
Julián, cajista de imprenta y novio de Susana.
Don Hilarión. viejo y pícaro boticario.
Don Sebastián, amigo de don Hilarión.
La Cantaora.
El Tabernero, marido de la Señá Rita.
La verbena de la Paloma

Argumento.

Cuadro I. En animada tertulia, don Sebastián y don Hilarión comentan los últimos avances farmacéuticos, mientras Julián confiesa a la Señá Rita su rabia por los celos que le da Susana. La mujer le aconseja que olvide a esa “morena chulapa” y vaya a divertirse a la verbena. Una partida de cartas y la aparición de parejas que van a la verbena ambientan la escena, pero no impiden que se reavive el dolor de Julián, que sigue su confesión con el detalle más significativo: esta misma mañana ha visto cómo la joven que ama se paseaba en un coche de punto con otro hombre.
Cuadro II. Casta, Susana y la tía Antonia están en el “Café de Melilla” escuchando la melodía de una canción que excita a la tía Antonia arrancándole jaleos y olés. La escena se completa con el trío que forman dos guardias y un sereno que critican lo mal que va la política. Don Hilarión se las promete muy felices con la compañía femenina que le espera. Julián entra acompañado de la Seña Rita, que trata de convencerle de que es Susana quien debe decidir lo que más le conviene. El joven parece ceder, pero las risas de las muchachas encienden su maltrecho corazón y encarándose con Susana le recrimina su proceder. La respuesta indiferente de Susana colma la paciencia de Julián que arremete contra don Hilarión. Intervienen los presentes y los separan.
Cuadro III. Estamos en la verbena de la Paloma. El baile está en su apogeo cuando llegan don Hilarión y las muchachas. La Señá Rita, preocupada, teme que Julián cometa un disparate. Inmediatamente se oye un altercado y aparece Julián, enzarzado con la tía Antonia. La escena es contemplada por los guardias y un inspector que, ante la insolencia de la tía Antonia, manda que la lleven a la prevención. Julián, en un arranque de hombría, se ofrece a ir a la cárcel en lugar de la vieja y Susana, conmovida, se presta a acompañarle. Este es el gesto de la reconciliación. Don Sebastián sale como fiador de Julián y el inspector, para no aguar la fiesta, cede, dejando que la verbena continúe. Se reanuda el baila y la calma renace entre los dos enamorados.

Comentario.

La verbena de la Paloma, debe su justa fama a una música bellísima, fresca, sincera y descriptiva que conjuró los malos augurios del estreno y llevó el sainete al puesto más alto de todo el teatro lírico español. En conjunto, la partitura es excelente, con una orquestación muy cuidada (circunstancia no habitual en el género chico) y con un tratamiento vocal destacado.
El preludio, con referencias a los números más importantes de la obra, resulta un ejemplo del buen hacer de Bretón. En la primera escena se incluyen el célebre dúo de don Hilarión y don Sebastián (“El aceite de ricino”), el de Julián y la Señá Rita (“Unos ríen y otros lloran”), la canción de Julián (“También la gente del pueblo”) y las célebres seguidillas (“Por ser la Virgen de la Paloma”).
El segundo cuadro contiene dos momentos singulares: las soleares y el nocturno. En las primeras, destaca el acompañamiento del piano que tiene personalidad propia. El nocturno (el famosísimo diálogo en el que los guardias y el sereno “repasan” a la política), es verdadera música descriptiva.
Importante son también el concertante en el que don Hilarión se las promete felicísimas (“Oh, qué noche me espera”) y la mazurca instrumental sobre la que bailan las chulapas.
Por último, hay que reseñar el Dúo de la Seña rita y Julián (“Ya estás frente a la casa”), el conocido quinteto (“Linda Susana”) y la celebérrima habanera en la que Julián y Susana se recriminan sus respectivas actitudes (“¿Dónde vas con mantón de Manila?”).

martes, 9 de agosto de 2011

Los Sobrinos del Capitán Grant



Novela cómico-lírica-dramática en cuatro actos, en prosa. Texto de Miguel Ramos Carrión. Música de Manuel Fernández Caballero. Estreno: 25 de agosto de 1877, en el Teatro del Príncipe Alfonso, de Madrid. Acción en Madrid, América del Sur y Oceanía, siglo XIX.
Personajes e intérpretes principales:
Soledad – Joven y desenvuelta bailarina, soprano
Ketty –Estirada escocesa, sobrina de Sir Clayron. soprano
Marcial Mochila – Pobre militar retirado, barítono
Escolástico – Petimetre enamorado de Soledad, tenor
Sir Clayron – Escocés, capitán y dueño del barco Escocia, actor
Dr. Mirabel – Sabio naturalista despistado, Actor
Jaime – Jefe de los bandidos, barítono
El General, tenor cómico
El Comandante, barítono
El Capitán Grant, actor
Los Sobrinos del Capitán Grant

Argumento.

Acto I. El subteniente retirado Mochila comenta a Soledad su plan para hacerse inmensamente rico: hace algún tiempo encontró en el vientre de un besugo un mensaje del Capitán Grant que, según él, naufragó en las costas chilenas, está prisionero y dispone de un gran tesoro que está dispuesto a compartir con quien acuda en su búsqueda. Soledad y Escolástico, para seguirle la corriente afirman ser sobrinos del Capitán y estar dispuestos a ir en su busca. Aparecen Sir Clayron y Ketty que se han enterado de la historia por un anuncio que Mochila insertó en los periódicos, y se incorporan a la expedición poniendo a disposición de Mochila su barco (el “Escocia”) y su dinero. Ya en alta mar, aparece en el barco el doctor Mirabel, un despistado naturalista que quería ir a Filipinas y se equivocó, en lugar de embarcar en el "Irlanda" se metió en el "Escocia".
Acto II. Estamos en una plaza de Chile y es día de fiesta. Soledad, Escolástico, Clayron y Ketty esperan a Mochila que ha ido a buscar información sobre el barco desaparecido. Llega el subteniente pero las noticias no son las esperadas: hace más de diez años que no se ha hundido ningún buque español frente a Chile. Lo probable es que Grant esté prisionero de los indios en el interior del país. La expedición -a lomos de burros- se pone en marcha bajo la supervisión de un guía que los conduce hacia los Andes a través de cortadas y desfiladeros. Llegados a la cumbre de las montañas, apenas tienen tiempo de descansar porque un terremoto asola la región y las cumbres pierden, incluso, su forma original, para dejar paso -más que nada- a la pampa argentina (necesidades y licencias del guión). Mochila, tendido en el suelo sin sentido, preocupa a los expedicionarios que no advierten cómo el doctor Mirabel es "raptado" por un enorme cóndor. Ambas situaciones se resolverán satisfactoriamente. El subteniente vuelve en sí y el hábil guía mata al pájaro sin herir al doctor. Pero no acaban aquí las peripecias.
El siguiente cuadro se desarrolla en un campamento militar. Los protagonistas han sido apresados y, tomados por espías, son sometidos a un consejo de guerra. El juicio es una farsa pero no les salva de la pena capital. Claro que el pelotón los fusila con salvas y los condenados pueden huir. Cómodamente instalados en la copa de un árbol –los aventureros han dado con sus huesos en un "país inundado"- descubren que el Capitán Grant no se encuentra en América, sino en Australia. Un rayo cae sobre el árbol y cuando los amigos van a abandonarlo se dan cuenta de que están rodeados de caimanes.
Acto III. Lejos de las fauces de los reptiles, los aventureros han establecido contacto con un tal Jaime –temido facineroso del lugar- que dice ser el contramaestre del "Veloz", el barco de Grant. El forajido se une al grupo pero lo que en realidad busca es robar a los incautos viajeros. Mochila y sus compañeros se enteran de que el "Escocia" ha sido asaltado y el subteniente se sumerge en el mar para recuperar las joyas de Sir Clayton y -bajo el mar- mantiene una pelea con Jaime, que resulta arrastrado a las profundidades por un gran pulpo.
Acto IV. Los viajeros -excepto el doctor- caen en manos de unos maoríes y son condenados. Logran escapar y refugiarse en la montaña de un volcán que, naturalmente, entra en erupción. Huyendo de la quema los intrépidos aventureros llegan a una gruta y descubren que el jefe de los indígenas es -ahora- el doctor Mirabel. Satisfechos de hallar a su compañero en tan improbable posición continúan su búsqueda y descubren al Capitán Grant que, cosas de la vida, no desea abandonar aquellas tierras. El tesoro lo tienen los indígenas. Mirabel haciendo valer sus derechos de jefe, se hace con él y todos los viajeros emprenden la huida para regresar a España.

Comentario.

Los sobrinos del Capitán Grant, basada en la novela de Julio Verne Los hijos del Capitán Grant, constituye uno de los grandes éxitos del teatro bufo, promovido en Madrid por el polifacético actor y empresario Francisco Arderius, porque es obra espectacular, cómica y con una música excelente. Se trata de una gran producción y fue estrenada con un derroche de medios verdaderamente inhabitual para la época y las posibilidades técnicas que ofrecía el teatro. Para sus 18 cuadros se presentaron 22 decoraciones y más de 300 trajes. Sin embargo, la crítica, al menos la publicada por El Imparcial no vio en ella nada especial, sino “una serie de cuadros deshilvanados, sin plan, ni originalidad, ni gracia y sin otra unidad que la de ser los mismos cinco actores que salen a decir unos cuantos chistes de almanaque o a cantar algunas coplas para dar tiempo a que los maquinistas muden las decoraciones y los coristas varíen de traje”. No se puede decir que este crítico –cuyo nombre desconocemos- estuviera acertado. Sí lo estuvo el público que acudió en tropel al teatro del Paseo de Recoletos, llevando la obra hasta las 80 representaciones consecutivas en la capital. Después, Los sobrinos iniciaron su presentación en toda España con éxito indiscutible en todas partes hasta convertirse en obra habitual de las Navidades, pues se consideraba muy entretenida para el público infantil y juvenil. Esta tradición, mantenida hasta no hace mucho tiempo en Bilbao, parece perdida y no sería mala idea recuperarla y volver a dar ocasión a Mochila y sus amigos de renovar las aventuras que les suceden en la búsqueda del desaparecido Capitán Grant.
Musicalmente, Los sobrinos del Capitán Grant es también una gran zarzuela, no sólo por sus más de cuarenta minutos de música, sino porque ésta es una de las más bellas partituras escritas por el maestro Caballero. Música inspirada, de impacto directo y bien orquestada.
Tras el preludio habitual, se inicia la zarzuela con un simpático “Coro de vecinas”, que se quejan de la ramplona música de unos murguistas. Siguen dos intervenciones de Marcial Mochila: su “entrada “(Soy un hombre que está desesperado”) y el “raconto” en el que cuenta su descubrimiento y la idea de ir en busca del Capitán Grant. Formada ya la expedición y a bordo del “Escocia”, tenemos ocasión de disfrutar de una deliciosa “barcarola” que trae a nuestra imaginación el suave balanceo de un elegante velero deslizándose por el mar.
En el segundo acto, ya en las costas chilenas, Fernández Caballero nos sorprende con un precioso “Coro de fumadoras”, elegante y un punto provocativo; a continuación, una brillante y espectacular “zamacueca” chilena, llena de ritmo y color, y el delicioso “Dueto de Ketty y Soledad”; en el que las dos sopranos contraponen las cualidades de los amantes británicos y españoles. Continua un simpático “Coro de soldados”, y un “Pasodoble de los gauchos”, de mucho impacto por su comicidad.
El tercer acto se abre con un “coro de bandidos” en el que Jaime, su jefe, les propone asaltar un tren, antes de que lleguen los expedicionarios y tenga ocasión de hacerse pasar por contramaestre del desparecido Capitán Grant. Esa jornada se cierra con el “Vals del fondo del mar”, página instrumental magnífica que el mismísimo Johann Strauss hubiera firmado con los ojos cerrados.
La zarzuela se cierra con un exótico “Coro de antropófagos” y un breve número conclusivo que acompaña a los aventureros en su regreso a España.


martes, 2 de agosto de 2011

I Festival de Zarzuela de la Comunidad Valenciana



Un nuevo Festival llega a la Comunidad Valenciana. Ópera Española, Zarzuela, Conferencias, Recitales. Todo en un recinto de lujo, el Teatro Principal de Valencia.


Página del Festival en Facebook:
http://www.facebook.com/pages/Festival-de-Zarzuela-de-la-Comunidad-Valenciana/167172213333440



AGENDA


21 de septiembre de 2011
Conferencia a cargo de Rafael Díaz Gómez sobre la Marina de Arrieta
Lugar: Fundación Bancaja - Valencia


23 de septiembre de 2011
I Recital Lírico Festival Zar.
Lugar: Fundación Bancaja- Valencia


27 de septiembre de 2011
A solas con Isabel Rey
Isabel Rey, Soprano
Martínez Alpuente, Director
Orfeó Valencià Navarro Reverter
L´Ensemble Orchestral de Valencia


28 de septiembre al 1 de octubre
Marina, de Emilio Arrieta (Versión Ópera)
Martínez Alpuente, Dirección Musical
Alexander Herold, Director de Escena
Marina -María Rey-Joly /Tina Gorina
Jorge - Javier Agulló / Alex Vicens
Pascual - Miguel Sola
Roque - Arturo Pastor
Teresa - María José Martos
Capitán Alberto - Vicente Antequera
Orfeó Valencià Navarro Reverter
L´Ensemble Orchestral de Valencia


Escenografía - Luis Crespo
Iluminación - Juanjo Llorens
Vestuario - Fidel David
Producción - Jaime Martorell / Sandra Minguez
Asistente de dirección y Regiduría - Enric Gironés
Director Técnico - Manuel Martínez




2 de octubre de 2011
Gala Lírica de Clausura - Nuestras voces
Amparo Navarro, Soprano
Maite Alberola, Soprano
María José Martos, Soprano
Javier Agulló, Tenor
Javier Galán, Barítono
Martínez Alpuente, Director
L´Ensemble Orchestral de Valencia



Fuente: Foro Nueva Zarzuela