El tenor donostiarra Carlos Munguía falleció el lunes a los 90 años. A lo largo de su carrera obtuvo los máximos galardones y el reconocimiento indiscutible del público durante las décadas de los años 50, 60 y 70 del pasado siglo. Llenó con su hermosa voz los hogares españoles a través del microsurco.
Nacido el 4 de noviembre de 1921, su voz infantil de primera calidad hizo que destacara en la Escolanía de los Padres Carmelitas, pasando al poco a la Escolanía de la Iglesia de San Vicente, y de la mano de don Juan Gorostidi, a la edad de 18 años, a formar parte del Orfeón Donostiarra, donde logró la categoría de indiscutible solista a partir de 1941. Allí y con la rectoría de Gorostidi cosechó, junto con su coro, indudables éxitos, hasta que en 1950 causó baja en el Orfeón para iniciar su carrera profesional, que se inicia con el 'Magnificat' de Bach en el Teatro Victoria Eugenia.
Fue un asiduo de la Quincena Musical. Concretamente a los 19 años tuvo su primera actuación como solista en la inauguración de la primera edición del certamen donostiarra. La obra fue 'La condenación de Fausto' de Berlioz, con el Orfeón y la Orquesta Nacional de España, dirigida por Freitas Branco. El éxito logrado sobrepasó sus esperanzas, pero el canto no le daba para vivir y al principio trabajaba como jefe de compras en un taller donde le concedían permisos siempre que debía cantar.
Participó durante veinticinco años consecutivos, en el Festival de Música de Tenerife.
En el terreno de la ópera fue Cassio en 'Otello', junto a Mario del Mónaco, el papel principal de 'Fausto' de Gounod, o el de Turiddu en 'Cavalleria rusticana'. En 1950 estrenó la ópera de Ángel Barrios 'La Lola se va a los puertos' en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona.
Ataulfo Argenta
Fue uno de los artistas preferidos de Ataulfo Argenta, a quien le unió una gran amistad desde su primer contacto en 1953 y con quien grabó varios discos de zarzuela. Compartió escenario con voces como las de Alfredo Kraus, quien siempre se inclinó ante la belleza de la voz del donostiarra, con Teresa Berganza o con Pilar Lorengar, entre otras.
Con las casas discográficas Alambra o Columbia fue donde desarrolló su gran carrera grabando más de treinta títulos de zarzuela. Su última actuación profesional tuvo lugar, en octubre de 1986, en la iglesia parroquial de Deba cantando, como tenor solista, el 'Requiem' de Mozart.
Su nieto Gillem lleva en su voz los hermosos genes del arte de su abuelo y ayer lo demostró en el funeral celebrado en su memoria en la iglesia San Ignacio.
hola como estas? gracias por este blog guia de estambul
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